Colonoscopia Pediátrica
Una colonoscopia pediátrica permite ver el interior del colon (intestino) de niños y niñas, para realizar diagnósticos precisos.
Se emplea un dispositivo flexible con una luz y una cámara en el extremo que permite que el especialista en gastroenterología pediátrica, pueda observar el interior del colon. Es posible que el niño o niña necesite una colonoscopia para confirmar el diagnóstico de enfermedad inflamatoria intestinal, para extraer el crecimiento de tejido, o para evaluar el estado del intestino en tal caso que presente diarrea crónica o dolor abdominal.
Para la realización de la colonoscopia, es fundamental la limpieza previa del colon. Los restos de heces en el intestino grueso, aparte de dificultar la visualización correcta de la mucosa dificultando el avance de la técnica, pueden suponer un riesgo incrementado de lesión de la pared intestinal. La preparación depende de la edad del paciente, el tipo de alimentación y la patología de base.
- Existen diferentes colonoscopios adaptados a las necesidades de la edad pediátrica. Los colonoscopios de adultos pueden utilizarse en adolescentes, mientras que para los menores, se emplean colonoscopios pediátricos (<11,7 mm de diámetro), e incluso gastroscopios para los niños más pequeños y lactantes.
- Descarga aquí la preparación para la colonoscopia pediátrica.
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