Es un tumor maligno que se desarrolla en el intestino grueso, compuesto por el colon y el recto; por ello también se lo conoce como “cáncer colorrectal”.
Es prevenible y curable ya que, en sus fases tempranas, se presenta como una lesión en la superficie de la mucosa del colon. Es de lento crecimiento y, detectado a tiempo, puede extirparse y curarse en más de un 90% de los casos.
Sin embargo, cuando la enfermedad es diagnosticada en etapas avanzadas, las probabilidades de recuperarse descienden a un 60%. En esta última etapa, los signos y síntomas son los cambios en la manera de evacuar el intestino, sangrado en la defecación, dolores abdominales o rectales frecuentes, anemia y/o pérdida de peso sin motivo aparente.
Por tratarse de un tipo de cáncer asintomático, es primordial la consulta al médico y los estudios de prevención.