El reflujo gastroesofágico es una de las afecciones más comunes en los niños, y es tratada por un gastroenterólogo pediátrico, encargado de realizar pruebas diagnósticas del sistema digestivo como endoscopia de vías digestivas altas y colonoscopia. Estos exámenes, realizados con instrumental especial, se realizan para examinar el interior del aparato digestivo u obtener muestras de tejido (biopsias) que permitan llegar a un diagnóstico. Los especialistas en gastroenterología pediátrica, también tratan sangrado, dificultades para tragar y otros problemas intestinales que se hayan detectado.
El Reflujo gastroesofágico se genera cuando un músculo (el esfínter esofágico inferior) que actúa como válvula entre el esófago y el estómago y se relaja para dejar que los alimentos pasen, se debilita o se relaja cuando no debe y el contenido del estómago vuelve al esófago.
En los bebés cuando el músculo que se encuentra entre el esófago y el estómago, no se ha desarrollado completamente y puede causar reflujo, por esta razón, con frecuencia los bebés vomitan su alimento. El reflujo en bebés desaparece cuando este músculo se desarrolla completamente, regularmente a la edad de 1 año.
Cuando los síntomas continúan o empeoran, puede ser un síntoma de ERGE, causado por ciertos factores como:
- Malformaciones congénitas, como hernia hiatal, una condición en la cual una parte del estómago se extiende a través de una abertura del diafragma hacia el pecho. El diafragma es el músculo que separa el pecho del abdomen.
- Obesidad.
- Ciertos medicamentos, como los utilizados para el asma.
- Humo de segunda mano.
- Genética
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